martes, 12 de enero de 2010

BERNET TOLEDANO. ALTAMIRO DE LA CUEVA

Altamiro de la cueva es una personaje creado en 1965 por Joan Bernet Toledano y Carles Bech para la revista española TBO. En estas historietas se contaban las aventuras de un grupo de cavernícolas prehistóricos. Altamiro no es el más fuerte ni el más poderoso de su tribu, pero es ingenioso, observador y colabora con la comunidad. Los personajes de estas historietas son hombres blancos, físicamente iguales que los modernos, pero vestidos con pieles. Altamiro tiene el pelo negro y una ligera barba. En sus páginas abundan los anacronismos, y el mismo Altamiro apaña inventos que en la historia real tardarían mucho en llegar.

En las siguiente historieta Altamiro soluciona un problema ganadero propio del Neolítico y no del Paleolítico que es cuando se habitaban cuevas como la de Altamira.

¿Cuáles son en realidad las características propias del Neolítico?

El término “Neolítico” fue acuñado en 1865 por J. Lubbock para denominar una fase cultural caracterizada por la aparición del pulimento de la piedra frente a la simple talla, propia del Paleolítico. Otro rasgo que se atribuye al Neolítico es la aparición de la cerámica.

A medida que se desarrolla la investigación se empiezan a romper los tópicos al comprobar que en el Paleolítico ya se pulimentaba el hueso y que existe un Neolítico precerámico que dura mil años. Pasan entonces a primer plano otros aspectos como el abandono del nomadismo por la sedentarización y la aparición de la agricultura y la ganadería. Tampoco se puede hablar en términos absolutos, ya que la caza sigue siendo importante en el Neolítico, los grupos humanos pueden permanecer en un asentamiento fijo durante el Paleolítico y en el Epipaleolítico se recolectan cereales salvajes.

En sus últimos libros, como Man Makes Himself (1936), Gordon Childe trató de resolver la pregunta ¿por qué había surgido la civilización en el Próximo Oriente? Influenciado por las ideas de Marx propuso que se había producido una Revolución Neolítica que dio lugar al desarrollo de la agricultura y, más tarde, un Revolución Urbana que desembocó en los primeros pueblos y ciudades.

Se plantea entonces una cuestión más trascendente: ¿Cuáles fueron los orígenes de la agrícultura?

Gordón Childe trata de explicar los orígenes de la agricultura elaborando para ello la llamada “teoría de la contigüidad” o “teoría del oasis”. La creciente desecación del desierto del Sahara y de otras zonas, acaecida al final del último período glacial, había provocado la concentración progresiva de todos los animales (incluyendo al hombre) en los valles de los ríos. Allí se produjo una convulsión, algo parecido a embarcarse todos en una misma nave, en la que los animales y el hombre tenían que encontrar los mecanismos adecuados para acabar con sus problemas. Los hombres, en estos medios ambientes tan favorables, en los que crecían todo tipo de plantas, pudieron proporcionar a los animales de pastoreo grandes cantidades de alimento al practicar la agricultura.

Braidwood empleó diversas técnicas con el fin de evaluar si en el Próximo Oriente se había producido un cambio en el medio ambiente antes de la aparición de la agricultura. Su conclusión fue que no se había producido un período de desecación importante. Si tal afirmación era cierta, el modelo de Childe resultaba, entonces, indudablemente incorrecto. Braidwood postulaba que el hombre se familiarizó con el medio ambiente al final del Pleistoceno y que esta familiaridad fue en aumento hasta el punto de permitirle adquirir conciencia de que poseía el conocimiento suficiente para manipular el medio en beneficio propio. Esta hipótesis de "las zonas nucleares" se basa en una facultad característica de los hombres, hasta ahora por demostrar, que los capacita para incorporar la agricultura, pero ¿Qué factores estimularon el perfeccionamiento tecnológico en ese momento preciso?

En principio, los pueblos no adoptan la agricultura si viven en medios altamente productivos: es decir, en pequeños “Jardines del Edén”, donde el alimento es muy abundante. Por otra parte, está generalmente aceptado que en tales medio ambientes los pueblos se sedentarizan, dejan de trasladarse por el “principio del mínimo esfuerzo”. El hombre se hizo sedentario porque encontró un pequeño Jardín del Edén, una vez habituado a llevar una vida sedentaria, las cosas se le empezaron a poner difíciles y tuvo que ingeniárselas para producir el alimento suficiente en los espacios limitados situados alrededor del asentamiento permanente. Cohen sostiene que desde el momento en que las poblaciones siguen creciendo , debe existir una presión continua e inexorable sobre el grupo que favorece la implantación de nuevos métodos, destinados a aumentar el suministro de alimento. El proceso se iniciaría en la zona nuclear de Braidwood ya que esta podía proporcionar una gran cantidad de alimento para el crecimiento demográfico inicial, pero ¿Por qué una comunidad cada vez más numerosa y carente de recursos alimentarios decide guardar, en una situación muy crítica, gran parte de la cosecha para utilizarla como siembra al año siguiente?

La mayoría de los argumentos expuestos compartían un supuesto común: el movimiento es algo que el hombre intenta suprimir y el sedentarismo es una condición deseada. Según los estudios etnográficos de Binford, los pueblos nómadas actuales no parecen estar descontentos con su situación (según expresión de un anciano esquimal: “cuando estoy en un lugar desconozco lo que está pasando en otro”). Los cazadores-recolectores no permanecen en un lugar donde se encuentran localizados los recursos alimentarios, indigestándose a causa de un exceso de comida, sino que aprovechan estas circunstancias para trasladarse a otras áreas, la mayoría de las veces con el propósito de informarse y recolectar. Para que un sistema se haga sedentario deben de producirse un conjunto de circunstancias en las que una información de ese tipo no sea ya de utilidad y la opción de trasladarse a territorios no ocupados deja de ser una alternativa realista. La opinión de Binford era que la subida del nivel del mar a finales del Pleistoceno (causada por la fusión del hielo polar) tuvo dos efectos significativos. Para empezar, redujo la extensión de las llanuras costeras de que disponían los cazadores-recolectores. Y en segundo lugar, los nuevos hábitats creados por la subida del nivel oceánico proporcionaron a los grupos humanos un acceso mucho mayor a los peces migratorios (las especies “anádromas”, es decir, aquellos peces como el salmón que nadan río arriba desde el mar para desovar) y a las aves migratorias. Utilizando una economía de amplio espectro los grupos de cazadores-recolectores pudieron, por vez primera, llevar una vida sedentaria.
Ante el crecimiento de la población en un sistema demográfico cerrado regulado por mecanismos internos, las comunidades de cazadores-recolectores persisten; en cambio, en un sistema demográfico abierto, regulado por emigraciones hacia áreas nuevas, se crea una tensión en las zonas marginales de inmigración. Para incrementar la productividad de esas "zonas marginales", como Ali Kosh donde excavó Flannery, se introducen plantas y animales de la zona nuclear, en un intento de reproducir artificialmente la riqueza de esa zona y ello solo es posible mediante la domesticación. Por lo tanto el origen de la agricultura se encuentra en estas zonas marginales y no en las zonas nucleares donde hay abundancia de especies salvajes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario